14 mayo 2008
A un año del asesinato de Aldo Zamora y pese al compromiso público del presidente Felipe Calderón para hacer justicia en este caso, la presidencia se lavó las manos y argumentó que no tiene facultades para intervenir en su solución.
Anteponiendo el federalismo y retractándose de las promesas hechas durante la celebración del día del árbol, el pasado 12 de julio de 2007, el jefe del ejecutivo permite que prevalezca la injusticia y la impunidad para un defensor de los bosques de San Juan Atzingo.
En una carta fechada el 7 de enero de 2008, la presidencia de la República le informa a Ildefonso Zamora que “en este sentido, su escrito mediante el cual solicita apoyo para que se cumpla con las órdenes de aprehensión contra las personas referidas en su escrito, que fueron emitidas dentro de la averiguación previa 85/2007… relacionado (sic) con el homicidio de su hijo Aldo Zamora Gómez, recae en la esfera de competencia del Gobierno del Estado de México, y con fundamento en los artículos 40 y 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el presidente de la República no está facultado para intervenir de manera alguna en la resolución del mismo”.
Esto contrasta con el discurso pronunciado por Calderón durante la celebración del Día del Árbol en los bosques de San Juan Atzingo, el 12 de julio de 2007, donde afirmó: “… quiero expresar mi solidaridad con don Ildefonso Zamora y con su familia por la muerte de Aldo, un valiente miembro de esta comunidad de Atzingo que fue cobardemente asesinado por presuntos taladores ilegales. Déjeme decirle don Ildefonso que su muerte ni será en vano, ni quedará impune, el incansable trabajo de Aldo y de usted y de muchos de sus compañeros en la defensa de nuestro patrimonio forestal es un legado que perdurará para siempre, que mi Gobierno reconoce en Aldo, en su familia y en todos los mexicanos que luchan por defender nuestros recursos naturales lo mejor de México y se compromete mi Gobierno por mi conducto a que junto con las autoridades del Estado de México persigamos sin descanso hasta dar con los culpables e imponerles el castigo que merecen”.
“Estoy muy decepcionado por la falta de justicia para mi hijo y para mi familia. El mismo presidente Calderón se reunió conmigo en Zempoala y aseguró públicamente que este crimen no quedaría impune y que no sería en vano. Sin embargo ya ha pasado un año y los asesinos de Aldo continúan en libertad. Nosotros confiamos en la palabra del presidente pero, meses después, lo único que he recibido es una carta en la que dice que no puede hacer nada. Estoy muy decepcionado y le exijo al Felipe Calderón que cumpla su palabra”, explicó Ildefonso Zamora, presidente de bienes comunales de San Juan Atzingo.
El 15 de mayo de 2007, los hijos de Ildefonso Zamora, Aldo y Misael, fueron atacados por cuatro integrantes de las bandas de talamontes que operan en los bosques del Parque Nacional Lagunas de Zempoala y sus alrededores. Aldo murió en el ataque, que fue una represalia por las actividades de su padre en defensa del medio ambiente. A un año de ocurridos estos hechos, sólo están detenidos Fernando y Silvestre Jacinto Medina, quienes participaron en la emboscada. Pero los autores materiales de este asesinato, los hermanos Luis y Alejo Encarnación Neri, continúan en libertad a pesar de estar plenamente identificados y de que existen órdenes de aprehensión en su contra desde el 24 de mayo de 2007.
“Quienes nos hemos mantenido atentos al caso demandamos una investigación pronta, expedita e imparcial por el homicidio de Aldo Zamora. A un año de los hechos exigimos la ejecución de las dos órdenes de aprehensión pendientes. Los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto han incumplido su obligación de garantizar el acceso de las víctimas a la justicia. Nos preocupa también la vulnerabilidad en que se encuentran los comuneros de la región de San Juan Atzingo, quienes han recibido amenazas por denunciar la tala ilegal en la región”, expresó Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Centro Prodh).
“Este crimen es muy cercano a nuestra organización ya que hemos trabajado con Ildefonso desde hace varios años y Aldo se realizaba un estudio con nosotros sobre los impactos de la tala Ilegal en estos bosques, el cual muestra que entre 2005 y 2007 los talamontes deforestaron al menos 307 hectáreas y han degradado al menos 100 más. Sin embargo, vemos con preocupación que después de un año no hay interés en hacer justicia y la presencia de autoridades del gobierno federal y estatal en la zona es cada vez más esporádica por lo que los talamontes, aunque de noche, han vuelto a actuar en algunas zonas. La atención internacional está sobre este caso y estaremos pendientes de la actuación del gobierno mexicano”, explicó Gerd Leopold, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.
En un recorrido realizado por el Centro Prodh y Greenpeace por el Parque Nacional Lagunas de Zempoala y sus alrededores, las organizaciones pudieron constatar que, a pesar de la situación, la comunidad de San Juan Atzingo, encabezada por Ildefonso Zamora, ha conseguido ejecutar diversos proyectos de desarrollo sustentable, conservación y restauració, entre ellos destacan el de ecoturismo en la laguna de Tonatiahua, el equipo de vigilancia contra delitos ambientales, la brigada contra incendios, y la construcción de un vivero forestal y la incorporación de al menos cinco ex talamontes a los trabajos.
“Los indígenas tlahuicas de San Juan Atzingo seguimos demostrando nuestro compromiso con la conservación y aprovechamiento sustentable de nuestros bosques. Por eso estamos protegiendo los recursos naturales y darle empleo digno a nuestra gente. En cambio, el gobierno estatal no hace su trabajo de procurar justicia y Felipe Calderón se lava las manos. Nosotros estamos haciendo nuestra parte y exigimos al presidente más que haga la suya.
¡Justicia para Aldo Zamora!” concluyó, Ildefonso Zamora.
Descarga aquí la carta enviada por Presidencia
— Greenpeace
